Aprovechando el Madrid Fusión Gastrofestival estuve en El Chaflán, un restaurante que tenía fichado desde hace tiempo... Ubicado en un pequeño hotel, se compone de un único salón central, no muy grande, decorado según las convenciones actuales más de moda, todo (paredes, mesas,...) en tonos blancos. Resulta agradable pero quizás se echa en falta un toque que le imprima más personalidad y diferenciación.
El menú cerrado especial para el gastrofestival se componía de un bocadillo de torta del casar y jamón, crema de boletus y espuma de idiazábal, alcachofas con crema de nueces de macadamia, arroz con bogavante, pollo en pepitoria y helado de limón con sopa de turrón y gominolas de aceite de oliva. Destacaría la crema, con toque de pasas muy rico, y la sopa de turrón, excelente!. Lo demás bueno sin más. Lo más flojo, el arroz y el pollo.
Lo acompañamos con un ribeiro, algo caro, pero que está bastante bien.
El servicio, me sorprendió por numeroso y estuvo muy atento al devenir de la cena, sin embargo, resultó algo frío para el tipo de restaurante. En este tipo de sitios, para mí, es clave la cercanía del trato, que el cliente se sienta querido.
Todo resultó por 105 euros para dos personas, básicamente los 40 euros del menú más el vino y el agua.
La cena fue agradable y todo estaba bueno, sin embargo, quedamos con una sensación agridulce. Para la calidad/precio no está mal, pero tampoco nos conquistó, faltaron carisma y originalidad. Y más cuando uno considera que el precio habitualmente es bastante más caro que los 40 euros de oferta del Gastrofestival.
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